Cuando la tradición está unida, una voz, una guitarra y un mate.
Matías “el Maty” Pino, demuestra día a día que con ganas la superación es posible.
De muy pequeño, junto a sus hermanos y hermanas menores. Facundo, Malen y Andrea demostraron dotes que avizoraban un horizonte al que estaban destinados, al servicio de la comunidad hijos de Sara Caitruz y Herasmo Pino.
Curso su primaria en la Escuela Nº 170 de Las Lajas, la media en CPEM Nº 5 y el Nº 66, si bien da clases aún es estudiante del Profesorado de Música. Habiendo cursado en el Instituto Patagónico de las Artes en Gral. Roca y en Chos Malal.
El Maty de niño piso escenarios varios, decidor, cantor, músico. Hoy lo sigue haciendo pero suma y no sorprende, que producto de su amor por la música su vocación sea futuro Profesor de esta área de la educación.
Su esposa Ana y sus hijos lo acompañan donde va. Saben de su esfuerzo y voluntad. Sus familiares y amigos también, y lo esperan… como no esperar a quien con la dedicación diaria todos los días sale en la búsqueda de una mejor calidad de vida propia y para su familia.
Hace un programa de radio en las mañanas de Radio Gral. Enrique Godoy llamado “de Tranquera Abierta”, allí se lo escucha y se lo siente en su ámbito. Con décimas y rimas junto a la charla amistosa lleva a escuchar el folclore nacional de 8 a 9 horas. Casi como imaginarlo abriendo la tranquera pierna apoyada para que abra suave y mate en mano para recibir al que gustoso se adentre en su espacio que al final es el entorno en el que habitamos.
Su saludo cordial para con el otro suele ser “…como andas querido” y en ese, se nota la calidez de una persona humilde y sencilla que con pocas palabras y más gestos, junto a su firme mirada sabe expresar tras un abrazo o un apretón de manos el mismo afecto que irradia por las mañanas a través de la 89.3 de Las Lajas.
Está ligado a la tradición, es imposible despegarlo de algo que no concuerde con la Argentinidad. No solo la música, su guitarra, relatos, canciones y demás lo representan. Su identidad también pasa por su trabajo extra se podría decir, comerciante.
No habitual, porque su servicio es puerta a puerta, y nada más ni nada menos que la venta de yerba. “La Matera” es el nombre que supo darle a esta oferta de variedades del producto tradicional que se sorbe en cada casa, en el trabajo, la oficina, el auto, un día de paseo, en fin siempre.
La vida te muestra mucho, te ofrece opciones, oportunidades, El Maty Pino tomo varias, y de todas saca provecho. Y lo hace conociendo el gusto por los Lajeños por el mate. Pero no solo locales, quienes están en Las Lajas por elección u opción, Docentes, Gendarmes, Militares, ciudadanos que vieron la ciudad para desarrollarse y progresar. Ellos también gustan del mate.
Ahora, hay de todo y para todos. Mates, muchos y de distintos diseños. Yerba, imposible nombrarlas a todas. Aunque La Matera tiene varias marcas para el dulce o el amargo.
Ahondar en la historia del mate en nuestro país es siempre una invitación al conocimiento, y es tan variado que la sugerencia es recorrer con Google y aprender desde la PC, Notebook o celular, sus orígenes, su nacimiento como infusión.
Degustar las yerbas que ofrece La Matera, llamando y esperando le abra las puertas de su hogar, tal como el Maty Pino lo hace todas las mañanas “de Tranquera Abierta”; es la excusa perfecta para mostrar en realidad, que Las Lajas posee cultura y tradición, y que eso no sería posible sin protagonistas como el de hoy.
Dar cuenta de la calidad de personas que nos rodean y con los que se puede encontrar quien nos visite, también es mostrar el perfil turístico de la localidad.